El domingo
pasado se celebró (o intentó celebrar) el 30° Encuentro de Mujeres en la ciudad
costera de Mar del Plata y, como ya se sabe, terminó todo en una violenta
represión por parte de las fuerzas policiales. Como siempre, guardaespaldas del
fascismo eclesiástico y lo escribo porque dentro de esa catedral se encontraba
(custodiado por la policía, claro está) el dirigente de la agrupación neonazi, Carlos
Pampillon, del Foro Patriótico Nacional (FONAPA).
Como
frutilla de este postre de violencia y represión, además de la detención de
cuatro compañeras (metidas por la fuerza adentro de la catedral, sin
identificar, sin informar paradero ni garantizar la integridad física de las
mismas), ese mismo día, en Mar del Plata, hubo otro femicidio. Una chica muerta
en manos de su novio.
No tengo
adjetivos suficientes para describir lo que siento por las fuerzas policiales,
la iglesia, los neonazis y el asesino ese, aún menos por los IMBÉCILES que
defienden la actitud de la policía y la iglesia. Esa gente es la que nos hace
sentir impotentes ante una maquinaria dispuesta a asesinar y reprimir al que
lucha por la libertad, nos hacen sentir que la gente no está abriendo la
cabeza. Nadie está despertando. Todos siguen defendiendo e imponiendo su
"dogma de fé" y el resto estamos obligados a respetarlo. Lo gracioso
de eso es que la iglesia, históricamente, jamás respetó a los librepensadores
ni a los luchadores por la libertad, menos la libre expresión, eso me hace
preguntar ¿Por qué deberíamos respetarlos?
Hoy, es
historia como un 11 de Octubre se marchó por los derechos de todas las mujeres,
se reprimió y todo un país miró para otro lado. Las imágenes del video
compartido por las redes sociales son impactantes y enervantes.
No tengo
palabras para describir lo que siento por ese pueblo que salió a la calle con
cacerolas para pedir y defender los amados dólares. O que salió a la calle a
pedir justicia por un fiscal que llegó a su puesto por ser "el protegido
de..." y que se pasó 10 años de su carrera inventando casos y fallos a
favor del gobierno de turno, la memorable "Marcha de los Fiscales" tendrían
que haber sido de 50 gatos locos,
caminando por el medio de la calle por ser criminalizadores de la pobreza,
garantistas y corruptos. Llego a la
conclusión de que este pueblo defiende lo que los medios les dicen que
defienda. Marchan por un fiscal pero no por sus hijxs muertxs, luchan por los
adorados dólares pero no luchan codo a codo con las "tortas" que
fueron allá a luchar por la libertad de todas. Tampoco marchan por la supresión
de nuestros esfuerzos culturales (que no impliquen yoga para las chicas del
country, DJs que tocan música intrascendente y que no tiene nada que ver con
absolutamente NADA, tampoco bandas de nenes de mamá con plata super lindos que
tocan música idiota para gente idiota), tampoco marchan por los QOM que están
tirados en el Microcentro esperando a que alguien le importe un poquito el hecho de que
SE MUEREN DE HAMBRE, tampoco por la garantía que te dá tener plata a la hora de
cometer un delito (téngase como ejemplo reciente caso del abogado borracho que
atropelló y huyó, del que nunca mas hubo noticias ni importó que haya
atropellado a dos empleadas públicas), tampoco marchó por Luciano Arruga (por
"ser villero"), tampoco marcha por Julio Lopez y puedo seguir con la
lista todo el día solo para llegar a la conclusión de que somos un rebaño de
ovejitas asustadizas que temen el ladrido del perro malo, aunque los superemos
ampliamente en número.
No entiendo
por qué, AÑO 2015, nos sigue dividiendo el machismo y la religión. Nunca
buscamos desestimar ninguna creencia, simplemente pedimos que no metan sus
narices en la libertad de elección de los seres humanos. Es tristísimo que,
como pueblo, nos ponga en veredas opuestas estas temáticas cuando solamente se
lucha por la libertad.
Desde mi
humilde e insignificante lugar, sigo escribiendo con la esperanza idiota de que
aunque sea a UNO de ustedes se les corra el telón y caigan a la realidad de que
la humanidad es una. Las fronteras geográficas, ideológicas y religiosas no son
más que producto de la imaginación de un grupo selecto de gente que se
beneficia con la división, la guerra y los conflictos de la humanidad. Por
favor, despierten y piensen por ustedes mismos, nadie va a pensar por ustedes.
El Mosqueo
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